jueves, 22 de octubre de 2009

LA OTAN Y SU PRIMERA INTERVENCION MILITAR: LA GUERRA EN BOSNIA.



Por:

Laura Carolina Gonzalez
Andrés David Lizarazo



Imagen tomada de: www.nato.int

La OTAN (Organización Tratado Atlántico Norte) que nace para hacer frente a una posible agresión militar de la Unión Soviética, ha sido cuestionada tras la caída de esta ultima en 1991, ya que sus objetivos principales parecían ya no tener validez, sin embargo la OTAN a reformulado sus objetivos principales que se pueden resumir en los siguientes:

1. Salvaguardar la libertad y la seguridad de los estados a través de la política y la milicia.

2. Equilibrio estratégico en Europa

3. Control a armas nucleares

4. Equipo de respuesta rápida fuera del área

5. Desmonte de gran cantidad de soldados.

Así a partir de 1990 la OTAN comenzó su proceso de redefinición asumiendo un nuevo concepto estratégico: el de “operar fuera de área”. En 1992 el consejo del atlántico norte resolvió que la OTAN estaba preparada para apoyar a la CSCE (Conferencia de seguridad y cooperación en Europa), pero seguía dependiendo de las decisiones de la ONU (Organización de naciones unidas) para actuar, situación que cambio con la primera intervención militar de la OTAN en sus 45 años de existencia: la guerra en Bosnia.

Los Balcanes son un punto estratégico ya que permiten conectar occidente con oriente. Por esta razón los Balcanes históricamente han sido importantes para los estados europeos, ya que ofrecen un punto directo de acceso al petróleo del mar caspio, además de ser un enclave para la contención de Rusia como potencia, ya que a EE.UU. no le interesa la invención de un mundo multipolar nuevamente.

Por tal motivo las potencias europeas con sus intereses particulares se han visto obligadas a asumir alianzas que hagan frente a los conflictos que surgen en esta región, es por ello que el conflicto en Bosnia tuvo trascendencia internacional, pues vio avocado en su territorio los intereses de distintas potencias que se veían amenazadas.

La intervención de la OTAN en la guerra de Bosnia buscaba dos objetivos principales:

1. Justificar el papel de la OTAN en esta región como fuerza estabilizadora y por ende necesitada de expansión

2. Ampliar su esfera de acción, extendiendo su área geográfica “a través de la extraterritorialidad.

En esta zona el resurgimiento nacional no podía darse espontáneamente sin el reconocimiento internacional de algunas potencias. Es por esta razón que cuando se fragmenta Yugoslavia a comienzos de la década de los 90 el reconocimiento de los estados se hizo imprescindible y es precisamente allí donde nacen los principales conflictos en la región. Pues el reconocimiento de nuevos estados balcánicos estuvo mediado por los intereses de las potencias, entre estos podemos destacar:

- EEUU y Alemania no querían la ampliación de Serbia, por sus vínculos con Rusia.

- Italia, Francia e Inglaterra no querían la ampliación de Croacia por su alianza histórica con Alemania

- Rusia no quería musulmanes en Bosnia, por su alianza con Serbia.

En el caso Bosnio su respaldo no era mayoritario ya que solo contaba con Estados Unidos como aliado estratégico, ya que potencias como Francia, Inglaterra y Alemania ya tenían definidos sus intereses en la región. EEUU había apoyado la causa Bosnia pues al no encontrar ningún aliado en los Balcanes, se enfrentaba a la posibilidad de quedar por fuera de la escena política, cuestión que no podía permitir después de erigirse como principal potencia mundial luego de la caída de la URSS.

El conflicto de intereses entre potencias no permitió una actuación rápida y eficaz de la OTAN, debido a que no había un consenso general en cuanto a la necesidad de un ataque a las posiciones Serbias en Bosnia. Por un lado Francia y Gran Bretaña se opusieron a la postura de EEUU es decir, la de suprimir el embargo de armas para Bosnia y lanzar ataques aéreos contra posiciones serbias, ( política conocida como lift and strike) pues estos dos países que proveían la mayoría de soldados para la UNPROFOR (United Nations Protection Force), no estaban dispuestos que sus soldados figuraran como victimas de las represalias por parte de los serbo bosnios en caso de ataques aéreos, con esto Francia y Gran Bretaña boicoteaban la política de EE.UU. de pretender lucir su preponderancia , negándose a permitir las represalias aéreas de la OTAN.

Aunque Gran Bretaña y Francia eran reticentes a mantener la política de lift and strike, la explosión de un obús en un mercado de Sarajevo el 5 de febrero de 1994, permitió a EE.UU. disputar la iniciativa del bombardeo a posiciones serbias, así al día siguiente Boutros Boutros Ghali, solicito a la OTAN proceder con ataques aéreos sobre las posiciones serbias en Bosnia. Fue así como a finales de febrero con el derribo de 4 aviones serbios la OTAN castigo la violación a la “zona de exclusión” de 12 millas alrededor de Sarajevo, y emprendió su primera acción militar desde 1949, consolidándola como el brazo armado de los EE.UU.

Los acuerdos de Dayton de diciembre de 1995 no distaban mucho del plan van Owen, en su momento juzgado como inaceptable por occidente y que hubiese evitado cantidad de civiles muertos, masacrados y desplazados, dejando claro que la prolongación de la guerra en Bosnia fue tan solo un pretexto para la consecución de intereses particulares. Ya que como dice Francisco Veiga: No son los conflictos balcánicos los que contaminan a occidente, son los conflictos ínter imperialistas los que balcanizan los Balcanes”[1].

BIBLIOGRAFIA

SANCHEZ, Antonio (2005). La intervención de la OTAN en el primer ciclo de guerras balcánicas de la posguerra fría (1991 – 1995). En: Geopolítica de la expansión de la OTAN. Centro de investigaciones interdisciplinarias en ciencias y humanidades. UNAM. México.

JANNUZZI, Giovanni (2005). La gran alianza. Orígenes, transformaciones y futuro de la OTAN. Prometeo libros. Buenos Aires.



[1] Citado por: SANCHEZ, Antonio (2005). La intervención de la OTAN en el primer ciclo de guerras balcánicas de la posguerra fría (1991 – 1995). En: Geopolítica de la expansión de la OTAN. Centro de investigaciones interdisciplinarias en ciencias y humanidades. UNAM. México. Pág. 456.

sábado, 3 de octubre de 2009

¿Despertando el Monstruo de las Nieves?









Imagen tomada de: http://www.almamagazine.com


¿Despertando el Monstruo de las Nieves?


Por: Guillermo Ospina Morales
Grupo de Estudios Políticos Universidad Distrital



En esta época el mundo conmemora y celebra 20 años de la caída del muro de Berlín, la extensión de la democracia y el sistema capitalista, bajo los ideales de la modernidad del modelo estadounidense. El auge de Estados Unidos rompió las zonas de influencia desde 1997, en especial con el posicionamiento de la OTAN, en la antigua zona de influencia Rusa de los Balcanes y el Cáucaso. Sin embargo, tras la estabilidad recuperada por Rusia en los últimos años bajo los altos precios del petróleo y el gas, ha despertado (o intenta despertar) a aquel temido monstruo de las nieves que aterrorizo al mundo durante 50 años.

Hacia 1997, Estados Unidos, dio muestras de su victoria haciendo una retadora invitación, el 9 de julio de 1997 a los países satélites de la antigua Unión Soviética a pertenecer a la OTAN, siendo estos: Polonia, Hungría y la República Checa, que se integrarían rápidamente; y haciendo uso de su desfachatez, el día siguiente, al hacer pública la invitación a Ucrania. La ampliación de la OTAN buscaba generar una estabilidad europea, después de la sangrienta separación de Yugoslavia (en especial el conflicto serbio-bosnio) entre 1992 y 1997.Una intención de cercar a Rusia y reemplazarla como país hegemónico de la zona se consolidaba con el tentativo ingreso de Rumania y Eslovenia. Una bofetada para lo que fue Rusia, lentamente se vería cercada por su gran enemigo, el bloque militar dirigido por Estados Unidos, La OTAN, y no seria para menos la paranoia, además de la pérdida paulatina del corazón de la influencia de Rusia (Europa del Este), la creación de una “alambrada” que separaría a Rusia de su vecindario, con la mencionada invitación a Ucrania, además, la tentativa a Lituania, Letonia y Estonia. Así, con este temor, Rusia fue desapareciendo de la escena internacional, convirtiéndose en una leyenda de museo, y, tal vez, hubiese desaparecido de no ser por su gran riqueza, el petróleo.

Con algunos años en el anonimato Rusia se refugió en sus gélidas tierras, mientras Estados Unidos (y Hollywood) se paseaban tranquilos por el mundo promoviendo la democracia, la libertad y el capitalismo. Con esta política estadounidense y las intenciones de establecer escudos antimisiles en el patio de Rusia, es decir, en Polonia y República Checa, nos trajo un recuerdo de 1962, en versión rusa. Además, el reciente reconocimiento de la independencia de Kosovo, fue una tercera gran bofetada para el Kremlin. Así, una Rusia vapuleada se mantuvo alejada de los grandes escenarios internacionales.

Esta situación tan vergonzosa, para el otrora imperio zarista y comunista, hubiese continuado de no ser por la riqueza de las heladas e inhóspitas tierras rusas, el poder en la producción de gas y petróleo, que siendo exportado a Europa obligaba a los Estados europeos a intentar mantener una relaciones “cordiales”, hasta que llegase el momento de que Rusia fuese en busca de su “Destino Manifiesto”. Este proceso se inició después de la segunda mitad del año 2008, la Guerra de Georgia, donde las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia, encontraron el apoyo del Kremlin; y aunque el futuro vicepresidente de Estados Unidos, John Biden, dio un espaldarazo al gobierno de Tiblisi (Georgia) en su lucha contra Rusia y el ingreso a la OTAN, Rusia demostró su recuperación en el escenario internacional, no sólo en su lucha en Georgia, si no también la victoria la consiguió evitando el acceso de Georgia a la OTAN, en la reunión celebrada en Bucarest. Despertando así de un letargo para el año 2009 y posicionándose de nuevo a nivel mundial.

Con la políticas de Medvedev y de Putin, Rusia se re-encarriló como potencia en el escenario internacional, después de la victoria moral (y militar) en Georgia, Rusia aplico la ley del talión con estadounidenses. Con la OTAN y Estados Unidos en las narices de Rusia, era necesario hacer los mismo, de esta manera, Rusia busco el lobby con la política venezolana, firmando así un millonario acuerdo para suministrar armas a Venezuela, su principal socio en Suramérica; situación que, con los ejercicios militares de destructores, buques de guerra y soldados, comenzó a inquietar la seguridad del los Estados Unidos, tanto así, que mantiene alerta a la Segunda Flota de la armada norteamericana ubicada en el atlántico. Pero Rusia no se contento con aquello , buscando hacerle sentir, a los Estados Unidos, el mismo temor que a ella le genera el merodeo en sus satélites, ha hecho gestiones para venta de armamento al gobierno de Bolivia, y acercamientos con maniobras militares en Nicaragua y Cuba.

Los últimos meses han revivido la incertidumbre sobre una nueva Guerra Fría, tal vez, el pensar esto sea muy impertinente y alarmista, pero, al parecer, las potencias buscan un re-equilibrio, potencias alicaídas, que se apoyan la una en la otra, con el fin de mantener su poder, ya que ninguna de ellas puede hacer el papel como gran potencia mundial. Si bien el monstruo de las nieves no ha despertado, sí soplan los helados vientos que acompañan su presencia.